El número 40 es mágico no sólo en la lectura de arcanos del Tarot Cabalístico, sino para distintas civilizaciones antiguas y la Cabala hebrea lo repite en sus textos místicos. Esto es debido a que, de acuerdo a la Cabala, el misterioso Árbol de la Vida, posee 4 reinos, planos o mundos que se prestan a 4 "lecturas" de forma paralela y simultánea, que se corresponde con 4 estados distintos del espíritu y del Cosmos.
Por eso los cabalistas afirman que existen 4 árboles de la vida, o sea, 4 maneras diferentes o planos de conciencia desde los que observar el mismo árbol de los Sefhiroth según el meditador sea capaz de elevarse a uno u otro de estos 4 niveles. Dicho en otras palabras, en cada uno de los mundos de la Cabala, crece un árbol completo, de diez Sefhirot. Esta idea es la que expresan y en la que se basan totalmente los 40 Arcanos Menores de la baraja del tarot, que se encuentran en una subdivisión de 4 grupos de 10 cartas cada palo, con numeración del 1 al 10, en cuatro "palos" o "mandos" cuya denominación es bastos, espadas, copas y oros. Estos 4 palos se encuentran además con referencia a los 4 elementos de la alquimia y, de manera general, al cuaternario esotérico.
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